9 de agosto de 2010

CAN GIRONA, del trabajo duro al "dinero fácil"

En 1859 los hermanos Ignasi y Casimir Girona deciden crear una gran fundición. Pertenecían a una de las familias más relevantes de la sociedad catalana de su siglo, su hermano Manuel sería alcalde de la ciudad en 1876 y fundador del primer banco privado en 1844, el Banco de Barcelona. A partir de la adquisición en 1862 de una ya existente, la familia Girona establece la Fundición de la Mare del Remei al final de la calle Taulat del Poblenou, pero popularmente ya se le conocería para siempre como “Can Girona”. Era una fundición de segunda fusión que entonces aún no poseía altos hornos y donde se construyeron los primeros carriles ferroviarios.
En 1881 los hermanos Girona seguían teniendo el control cuando la empresa se transformó en Materiales para Ferrocarriles y Construcciones, especializada en la construcción de vagones y que poseía una línea férrea propia hasta la estación de Francia. El mismo año de 1881 es proyectada la emblemática “Torre de les Aigües”, un gran depósito de agua que si bien estaba situada en el interior del complejo siderometalúrgico, pertenecía a la empresa “Aguas del Besós”, que luego pasaría a ser propiedad de la sociedad “Aguas de Barcelona”, una construcción que fue objeto de disputas, aunque de ella se acabaría beneficiando Can Girona desde 1920. En 1907 la empresa dispone de un alto horno que se complementa con otro en el 1928. Tras el golpe militar de 1936 la empresa es colectivizada, y si bien como otras del ramo pasaría a trabajar como industria de guerra, fue una de las empresas en la que se introdujeron mejoras, importado máquinas eléctricas y hornos especiales para hacer nuevas aleaciones. Mejoras que con la vuelta de los antiguos amos fueron demolidas para borrar en el futuro el logro de los obreros autogestionados.En 1947 la empresa pasa a estar controlada por el Banco Central y cambia su denominación por la de Materiales y Construcciones (MACOSA). En 1950 se alza su enorme chimenea , que con una altura de 65,3 m. es la más alta y moderna de Barcelona. En 1988 es finalmente absorbida por la corporación francesa Alstom, que ante la remodelación de frente litoral para las olimpiadas del 92, no duda en vender los terrenos en una operación poco clara a otra multinacional, Kepro. Una zona donde se edificará ese complejo de rascacielos, oficinas y centros comerciales, llamado "Diagonal Mar".
Acababa así la larga relación de Can Girona con el barrio del Poblenou, una empresa en cuyo seno ya pasada la posguerra había visto crecer de nuevo un movimiento obrero, pero éste ya básicamente reivindicativo y que luego cristalizaría en las llamadas Comisiones Obreras de Catalunya

16 de junio de 2010

CAN RIVIERE y la colectivización de 1936

Fundada en 1854 como "Tejidos Metálicos Francisco Riviere" en Madrid, la industria más conocida como "Can Rivière" decidió instalarse en Barcelona para favorecer su proyección, y para tal fín compró en 1884 unos terrenos en el barrio del Poblenou, instalando allí su principal fábrica en 1887, que ocupaba toda una manzana entre las calles Pujades, Llull y Catalunya (hoy Ciutat de Granada). Se dedicaba a la fabricación de telas extrafuertes de acero y de malla, galvanizados de tripe y simple torsión, camas y somiers, alambre y espino artificial, persianas y rejas, etc. y en el conjunto de sus instalaciones llegaron a trabajar unos mil trabajadores antes dela Guerra Civil. Como la gran mayoría de las empresas cuando se produjo el golpe militar fascista del Franco y Cía. en 1936 fue colectivizada, primero de forma espontánea por los propios obreros ( en este caso, como en muchos otros, los dueños habían huido), y después mediante el Decreto del Consell d'Economia de Catalunya .
Lo que sigue es un resumen de la entrevista hecha sobre el 1983 por Mercedes Vilanova* a Francisco Nuñez, un miembro del comité sindical de “Can Rivière” junto a una breve cronología de la colectivización de la empresa.
“Nací en 1908, en Lorca, Murcia, y vine a Barcelona en 1921 /…/Mi primer trabajo en Barcelona fue en Galletas Solsona, hacía de aprendiz, de ayudante, lo que me mandaban /…/ entré en casa Rivière a los quince años /…/ Fuimos a vivir al Pueblo Nuevo /…/ Me sindiqué al entrar en Can Rivière. La cuestión sindical era, como diría yo, una obligación del obrero. Pero no sindicado como hoy. Porque hoy las sindicales, son burguesas, están de parte del Estado y de parte de la burguesía /…/Cuando llegó el movimiento del 19 de Julio estaba en Barcelona. Era una cosa ya preparada. Se estaba preparando dos o tres días antes de hacerlo /…/ Yo no salí a la calle. ¡Hombre! salí. No me iba a quedar en casa encerrado. Si salir era coger las armas, yo no. Entonces era del comité. Recibimos ordenes del sindicato [CNT], de que nos hiciéramos cargo de las industrias, como que los dueños habían desaparecido y eso. /…/ La experiencia de la colectividad para mí fue muy práctica. Me llevó a entender y a conocer los pueblos de Europa y que la clase trabajadora es de regirse colectivamente, como lo hacíamos aquí. Porque nosotros aquí la casa Rivière misma, cuando vinieron esos señores, se encontraron unas mejoras de varios cientos de millones de pesetas y eso lo hicimos los trabajadores /…/ Yo era del comité sindical/…/El comité sindical era el enlace entre los trabajadores y el consejo de empresa. Es decir, llevaba y traía todas las peticiones de los trabajadores o lo que se había de hacer en una sección u otra, que creíamos que sería vial de práctica para desarrollarla mejor y todo eso /…/ La empresa fue colectivizada, pero vino la subsecretaría de armamento y la declaró industria de guerra y dependíamos de la subsecretaría de armamento.”
Breve cronología de la colectivización de Can Rivière y la situación social: El 19 de Julio de 1936, la industria queda parada; 21 de Julio, reinicio paulatino de la faena; 25 de Julio, se ocupan las torres de los dueños de la empresa en Sarrià y la Bonanova; 30 de Julio, se nombran los Comités Obreros de Control de fábricas; 13 de Septiembre, incautación definitiva de las fábricas y el despacho y primera gran asamblea general y elección del Comité provisional; 30 de Septiembre, segunda asamblea general para votar los estatutos de la colectividad; 20 de Noviembre, tercera asamblea general y adaptación de la empresa al decreto de Colectivizaciones de la Generalitat; 10 de Diciembre, el Sindicato Único de la Metalurgia decide estructurarse en Sindicato de Industria, como el resto de los de la ciudad, lo que es entendido como un paso previo a la socialización de la economía; 4 de Marzo, disolución de las patrullas de control; Marzo de 1937, crisis en el funcionamiento de la colectividad, un enfrentamiento entre los comités sindicales, más radicales, y los comités de empresa, más pactistas; 24 de Abril, cuarta asamblea general, donde se impide la votación para la socialización de la empresa con la llegada de las fuerzas de seguridad de la Generalitat; 2 de Mayo, comienzan los “hechos de mayo” con enfrentamientos armados entre las bases dela CNT y POUM por un lado y las fuerzas burguesas y del PSUC por otro; por la tarde del 4 de Mayo, los dirigentes anarcosindicalistas comienzan a desautorizar a su militancia; Agosto, reestructuración del Consejo de Empresa hacia la moderación y ya se detectan frecuentes actos de indisciplina laboral; Octubre de 1937, la empresa es requisada por la Subsecretaria de Armamento bajo dirección militar.
* Vilanova, Mercedes. Les majories invisibles. Icaria Editorial, 1995

26 de marzo de 2010

::::::::::::VIEJAS FACHADAS (I)::::::::::::

VIEJAS FACHADAS, MEMORIA AÚN DE UN BARRIO VENCIDO POR LA AMNESIA...

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Unión Metalúrgica - Olis Pallarès - Galetes Solsona (2) - Industrias Waldes - Farinera La Asunción (2) - Colores Hispania

10 de marzo de 2010

NO NOS QUITARÉIS LOS RECUERDOS!!!

Ante los hechos consumados parece claro que un argumento que ha facilitado el expolio industrial del Poblenou es la reiterada postura “posibilista” de las Asociaciones de Vecinos del barrio*, que no han parado de justificarse cuando pretendían “defender el patrimonio”, diciendo que sus razones no respondían a la nostalgia.
¿Pero qué se podía esperar cuando el mismo Arxiu Històric, una asociación dedicada a la reivindicación de dicho patrimonio, en su libro "Nou viatge a Icaria"** de 1990 calificaba al preservacionismo de reaccionario?
Etimologicamente la palabra Nostalgia es el “deseo doloroso de regresar”.
¿Pero quién tiene derecho a desposeernos de ese deseo? ¿Quién a dirigir su dedo acusador y, llamándolo pecado, condenarnos a la humillación? Son los devotos de eso que llaman “Progreso” por puro interés, aquellos antiguos "progres de pana" que un día decidieron echar mano a la "tajá", o incluso esos otros que arrastran como una carga, esa “mala conciencia” a la hora de defender su barrio.
Pues bien, contra el expolio industrial y sobre todo, contra ese expolio de nuestros sentimientos, nosotros desde aquí desplegamos la bandera negra de la Nostalgia y en este Portal tendrá espacio. Y hablando de portales aquí van dos... para que el olvido no los venza!
*Con alguna excepción como la "Associació de Veïns i Veïnes de Can Ricart" .
** Arxiu Históric del Poblenou, Nou Viatge a Icària, p. 6, 1990 “Cal posar l’èmfasi en aquesta voluntat histórica, que no preservacionista del treball que us presentem. El preservacionisme reaccionari és el que ara es plany pels fets consumats, per la desaparició d’un conjunt de major o menor valor; pero també es cert que la progressiva degradació de la zona… "

28 de febrero de 2010

LEVANTAN LOS ADOQUINES LOS BASTARDOS!!!

Hacía años que los adoquines molestaban en una ciudad hecha ya para el coche. También la particular historia de ese pequeño bloque de piedra, una perfecta escultura moderna, que estaba asociada a las luchas obreras, a esas espontáneas barricadas contra la represión y el orden burgués, que transformaban calles y plazas en auténticas "Zonas Temporalmente Autónomas".
A través de los adoquines , la tierra respiraba y crecían pequeños brotes de musgo o enhiestas briznas de hierba que buscaban la luz. A través de esas grietas las estaciones del año se comunicaban con nosotros.
Hoy, todo eso ha desaparecido del Passatge Masoliver, su piel granítica de adoquines ha sido arrancada de cuajo.
Sólo los poetas entienden que bajo el asfalto y el alquitrán nunca más habrá poesía, mientras aquellas cucarachas sobre ruedas ni se inmutan.
HAN LEVANTADO LOS ADOQUINES, LOS BASTARDOS!!!
P.D. A mediados del mes de Mayo, esos profesionales del disimulo, volvieron a poner algunos de esos adoquines, pero ya no son los mismos, ni el mismo pasaje con su lifting, o quizá debido a él, ha recuperado aquel espíritu. El poder ha de acabar demostrando que puede "manosear" cualquier espacio.